Tejer puede parecer un arte pasado de moda, antiguo, de antaño, pero en realidad el ganchillo está viviendo uno de sus mejores momentos. Ya vimos como durante el confinamiento toda labor manual que pudiera hacerse sin salir de casa tomaba fuerza y esas prácticas han quedado instauradas en la población, tanto que se han puesto de moda talleres para aprender a bordar y esta práctica se considera ya una terapia relajante que libera la mente.
0 comentarios